La población está acostumbrada a entender que las leyes se elaboran en el poder legislativo y demás instituciones del estado, es decir, por fuera de ellos, en lo que se llama heteronomía, sin entender que es posible la confección de normas propias para organizar y desarrollar la vida comunitaria, en lo que se llama autonomía. También la población puede elaborar propuestas de leyes, criticar las existentes, mantener abogados en defensa de sus derechos y sus nuevas formas de convivencia pacífica. La educación jurídica no la proponemos solamente para conocer y defender los derechos ciudadanos establecidos o aceptados por el poder, sino para generar desde abajo un marco jurídico de nuevo tipo que proponga a la sociedad no sólo nuevas formas de vida, sino también nuevas normas de convivencia.
La práctica de la metodología de la mediación como fórmula de resolución de conflictos no sólo disminuirá las tensiones y choques entre vecinos, sino que auxiliará a las aproximaciones, comunicación y respeto mutuo.
La delincuencia y el delito no existen, son meras figuras jurídicas legales, ya que algunas conductas sancionadas en Chile no lo son en otros países. Además es muy diferente un crimen contra las personas que un crimen contra la propiedad, así no es igual cuando un necesitado roba un auto que cuando un desviado mata una persona. Habiendo más respeto y afecto entre las personas de la comunidad, disminuye el índice de acciones llamadas delictivas. A nosotros nos interesan más las causas del delito. No nos interesa pasar la vida persiguiendo gente que cada vez más va a volver a cometer esas acciones debido al tipo de sociedad en que vivimos, una sociedad excluyente, egoísta, que nos empuja a la competencia y al consumismo, que crea seres individualistas preocupados de si mismos sin importarle un pepino los demás. Pensamos que aumentando las oportunidades en los cerros de emprendimientos productivos, resolviendo problemas y situaciones de la población, aproximando a las personas, desarrollando el gusto de estar juntos, aumentará la esperanza, que muchos han perdido por la nefasta conducción que hacen los partidos políticos y los grandes empresarios de una economía y una sociedad donde nos lanzan a todos unos contra los otros. Se necesita una nueva ética social que recupere los valores humanos dentro de una práctica comunitaria.
Además es sabido que los principales delincuentes están en el gobierno y en el aparato del estado y de la gran empresa, donde la corrupción corre como agua del río. A esos habrá que encontrar los medios de perseguirlos. Muchos de esos fueron también los que juntaron el oro lleno de sangre que después apareció en el Banco Riggs.
La tarea del municipio autónomo en este caso es preparar juristas y estudiantes de derecho para que auxilien esta actividad de formación de conciencia jurídica y de autonomía para elaborar normas sociales. También el desarrollo de estudios de legislación, jurisprudencia y legislación comparada, doctrina, teoría y fundamentos del derecho. Preparar el marco jurídico y la defensa de la legalidad del municipio autónomo. Capacitar mediadores y asesorar a la población para cualquiera situación judicial que tenga que enfrentar y, si es necesario, proveer abogados sociales para la defensa en juicio.
Otra función jurídica del municipio autónomo es acompañar y apoyar a los presos del estado y a sus familias, interiorizándose de las causas que han llevado a la persona a prisión, participando en campañas de identificación del conjunto del barrio con cada uno de sus hijos, visitarlos, llevarles alimentos y materiales pedagógicos e intentar montar una escuela alternativa dentro de las prisiones. Con ello estaremos combatiendo la llamada reincidencia y transformando la sanción penal de una pena aflictiva (que busca hacer daño) a una acción pedagógica.
Por último, sin agotar sus posibilidades, el departamento jurídico del municipio autónomo debe desarrollar la conciencia y la defensa de los derechos humanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario